En lo que va del año ingresaron más de 15.700 toneladas de residuos voluminosos, el equivalente a 2084 piletas olímpicas llenas de desechos no húmedos.
Para las fiestas de fin de año, que es la época que históricamente más se utilizan, el subsecretario de Limpieza Urbana, Cristian Haspert, estimó que el número de ingresos por día superará fácilmente los 700.
El funcionario contó que el más visitado de los dos Centros de Transferencias que tiene Neuquén es el del oeste, ubicado en Quimey y Novella: “Pese a ser más chico y no tener las comodidades del de Boerr y Tronador en Confluencia, es el que más toneladas mueve”. Ambos funcionan los siete días de la semana y son gratuitos.
Haspert destacó la atención de los empleados y que ahí mismo se lleva adelante la recuperación de residuos secos, como telas, cartones y vidrios limpios que van a parar a contenedores diferenciados y se trasladan a la planta de separación del Complejo Ambiental. Es decir, el destino final no es la cava.
También acopian aceite vegetal o mineral, lo que evita que vaya a parar al río o al suelo evitando la contaminación de las aguas y del suelo.
“Los Centros de Transferencia acompañan a los operativos Puerta a Puerta en la ciudad de Neuquén, son muy buenos. Hace unos días estuvimos con el intendente Mariano Gaido recorriendo la planta de Cliba en Buenos Aires y lo exponíamos”, recordó.
“No muchos municipios del país cuentan con este servicio tan importante donde el vecino de forma voluntaria y segura lleva sus residuos voluminosos y de paso evita multas por mala disposición”, agregó el subsecretario municipal.
El único requisito que llevan adelante los empleados cuando ingresa un vecino a depositar los voluminosos es anotar el número de patente del vehículo y preguntar de qué barrio viene para llevar una estadística.
Haspert remarcó el rol público-social de los Centros de Transferencia, además de colaborar con el cuidado del medioambiente al morigerar la generación de microbasurales.
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