En medio de un confuso episodio, aún no se sabe con precisión dónde y cuándo, pero su familia y la dueña del hogar de ancianos donde vivía confirmaron que el cadáver estuvo al menos cinco horas tirando en la vereda del Centro de Salud del barrio El Progreso y aseguraron que "lo dejaron morir".

El hombre presentaba varios problemas de salud. Entre las patologías de base, era ciego y padecía alzheimer. Estuvo hasta el sábado 17 de abril viviendo con su familia, pero "la situación era insostenible" porque se volvía violento y lo internaron en este hogar de la ciudad de Neuquén.

Durante los siete días que vivió ahí, la dueña aseguró que se le hizo todos los controles, incluso el día miércoles se lo internó en el Hospital Castro Rendon debido a que no comía y se encontraba deshidratado, donde estuvo desde las 6 de la tarde hasta las 4 de la mañana.

Este sábado al mediodía fue la última vez que lo vio estable. "Fue cuando terminó mi jornada laboral y me fui a mi casa. Lo vi en el sillón sentado, con los ojos cerrados como siempre estuvo y todo era, hasta ese momento, normal", recordó. Minutos después de la cinco de la tarde, una de las asistentes la llamó "desesperada" y le dijo que "no reaccionaba".

En ese momento, agarró su auto particular y se acercó hasta el hogar. Confirmó que "no estaba frío", lo que intuye de que "aún vivía" y lo llevaron a la sala de atención más cercana. "En tres minutos estábamos ahí, pero en ningún momento los enfermeros que salieron del Centro de Salud atinaron a bajarlo o hacerle los controles. No me lo dejaron bajar, decían que no podía entrar por cuestiones de protocolos y jamás le hicieron un electro para poder saber si realmente estaba muerto", explicó.

Efectivos de la Policía se hicieron presentes en el lugar, "pero tampoco hicieron nada". "El personal de salud había dicho que ya estaba, que no podían hacer nada. Que había muerto. Lo revistaron arriba del auto y nada más. Fueron dos enfermeros y después una médica, y a todos le pedí que lo bajaran. Y nada. Muy inhumano todo", contó.

Hasta que no llegó la médica forense, el cuerpo seguía sentado en la parte trasera del auto. "Perdí la noción del tiempo, pero estuvo como dos horas hasta que se constató formalmente su muerte y no tenía signos de violencia. Ahí, la Policía lo bajó, le puso una bolsa y lo dejaron tirado en el piso esperando al camión de la morgue", aseguró.

Minutos antes de las 23, llegó el camión y pudieron llevarse al cadáver para hacerle una autopsia y determinar cuál fue el causal de su muerte. La dueña del hogar en el que vivió sus últimos siete días de vida, apuntó contra el Centro de Salud: "Por más de que haya llegado muerto, a esta gente de salud le falta humanidad. No puede dejarlo ahí en una bolsa en plena vereda, ¿qué clase de persona son? Ni entrarlo o subirlo arriba de una camilla".

La primera en llegar al centro de Salud fue una de sus hijas, que estuvo junto al cuerpo las casi seis horas. "Estaba muy shockeada. Las hijas que fueron llegando, se quedaron ahí mirando al cadáver que estaba dentro de una bolsa y esperando que todo termine", contó a LMN un familiar del abuelo.

La historia que relató la dueña del hogar es la misma que expuso este familiar y también apuntó al centro de salud. Si bien sabían las enfermedades preexistentes que tenía y lo complejo de su cuadro, recalcan que no tuvieron dignidad.

"El venía con una enfermedad ya muy avanzada, pero nadie se merece ser tratado así. Está bien eso de los protocolos y no sé qué más, pero ninguna persona se merece esto. Lo dejaron morir y después lo dejaron tirado como si fuera una bolsa de basura", aseguró.

LMN se comunicó el Centro de Salud del barrio El Progreso. No quisieron dar declaraciones este domingo sobre lo que sucedió y dijeron que hablarían el lunes.

El cuerpo está en la morgue y se le hará una autopsia. Se cree que este lunes se le entregará a la familia y se dará alguna certeza sobre a qué hora y cuál fue el detonante de la muerte de este hombre.

Fuente Propia y LMN