Mi intención concreta fue destacar la indiferencia de un gobierno que dejó pasar más de 40 días de conflictos del sector Salud, los cuales fueron escalando, para llegar a los cortes de ruta que hoy generan incalculables daños económicos a toda la sociedad.
Luego de que la justicia convocara a las partes a sentarse a hablar, el gobierno envió a dos representantes, que en este caso son de género femenino, y ocupan los cargos de Ministras de Seguridad y Salud.
Lo cierto, cuando uno tiene realmente poder, puede tomar decisiones, y en este caso, lo que se pudo apreciar, es que no es tan así.
Sentarse a negociar, sin propuesta alguna, sin dinero para ofrecer, es poner en desventaja a las ministras de Salud y Seguridad, respecto a sus pares ministros, como en Economía, Producción o Energía y ello se evidenció en la mesa de negociación.
Reconocer que uno se equivoca, es parte del crecimiento, por ello quiero agradecer a todas las personas, que, de una u otra manera, se acercaron para marcar mi error, el cual cometí al no expresarme adecuadamente.
Y, sobre todo, quiero pedir nuevamente disculpas públicas, específicamente a las ministras Andrea Peve y Vanina Merlo, así como a cualquier otra persona se haya sentido ofendida o incomodada por mis palabras.
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