A partir del femicidio de Guadalupe Curual en plena Avenida Arrayanes, las
autoridades locales y provinciales buscan dar respuesta al reclamo unificado de cientos
de mujeres que piden ser escuchadas y protegidas ante una situación de violencia de
género.
En los últimos días, el abogado de la familia de Guadalupe, Marcelo Hertzriken
Velasco, informó a Diario 7 Lagos que Maria Soledad Gennari, Vocal del Superior
Tribunal de Justicia Poder Judicial de la Provincia del Neuquén y responsable Oficina
de la Mujer, visitó especialmente a la familia Curual en el marco de su viaje a Villa La
Angostura.
El letrado confirmó a este medio que Gennari se acercó hasta Villa Llanquín para
precisarles sobre qué cambiará en la legislación neuquina a partir del lamentable hecho
sucedido en febrero paso, así como también el nuevo modo de administrar justicia.
Por su parte, Diario 7 Lagos dialogó con Soledad, quien confirmó su intención de
acompañar a la familia y remarcó: “yo me puse a disposición para poder, en este
contexto donde ante la renuncia del juez y el suicidio del femicida queda una suerte de
vacío de respuesta a la familia, tener un acercamiento donde pueda responder en la
medida de lo posible todas sus inquietudes en consideración por supuesto de la
extrema situación, el dolor y el respeto hacia lo que están pasando”.
Es que ante la renuncia del Juez Multifueros Jorge Videla que no posibilita realizarle un
juicio político, “las posibilidades de hacer justicia por acción u omisión a quienes han
sido los responsables de este femicidio se diluyen”, había explicado Hertzriken Velasco
a este medio.
“Simbólicamente me parece que es importante reconocer que atrás de todo no solo hay
una institución sino también personas, me pareció interesante realizar este contacto
para contarles todo lo que se realizó y todo lo que se va a hacer. Tratar de llevar un
poco de que vean que hay una accesibilidad, que no es algo imposible de llegar”,
aseguró la vocal del TSJ.
Qué cambios buscan impulsarse en la legislación actual
En cuanto al cambio de legislación, Soledad resaltó que “el delito que es femicidio tiene
detrás toda una fenomenología” a la que se debe prestar atención. En primer lugar, la
vocal considera que deben “adecuarse los marcos de protección de las víctimas de
violencia de género a lo que es el fenómeno hoy”.
“Hay que revisar la tolerancia que hay a los incumplimientos de las órdenes de
acercamiento. Es algo muy importante, que se revise que, si una persona viola una
medida de no acercamiento, hay un riesgo que ponderar de una manera específica con
las estadísticas actuales. No se puede ver el fenómeno de una manera aislada, hoy
hay un comportamiento muy diferenciado en lo que es la escala de femicidio”, asegura
Soledad.
Al mismo tiempo, entiende que “hoy es impostergable revisar todas las leyes de
protección en cuanto a las medidas y su efectividad”, dado que la pandemia agravó las
situaciones de violencia de género al generar un efecto de arrastre de los distintos
hechos.
“Específicamente quiero remarcar que no debe haber una repetición de la violación
para agravar las medidas. Desde la primera violación al no acercamiento tiene que
haber una mirada muy específica con los datos que hoy nos arrojan la realidad”, afirmó.
En esta línea, sostuvo que se necesita de forma urgente una
política integral de la violencia, porque en este estado actual “la mujer se ve en la
obligación de tener que relatar el mismo hecho varias veces”: “es fundamental que se
unifiquen los datos, los criterios, que haya un plan único”, sumó.
Gennari asevera que es necesario que la persona que pondera el riesgo de vida en el
ámbito judicial debe tener acceso a una multiplicidad de datos como salud, desarrollo
social, intervenciones que se relacionen con la antesala de violencia o que puedan
constatar sucesos de abordaje psicológico.
“Es muy importante acceder, para poder medir el riesgo, a los antecedentes del
agresor, empezar a interconectar a las provincias, la violencia no respeta dimensiones
geográficas ni políticas. Hay que tener un sistema que cada vez tenga mayor
interconexión con los demás sistemas y las bases de datos”, indicó la vocal.
Por otra parte, Gennari considera que se debe tratar en una política pública sobre los
dispositivos de protección: “no hablamos de la eficiencia del botón antipánico, que es
una carga procesal para la víctima. A la víctima hoy hay que protegerla y no cargarla
con más cuestiones como lo es tener la batería a disposición, tener datos móviles,
tener Wi Fi”.
Por último, Soledad hace hincapié en que “los refugios no dejan de ser una medida de
resguardo que debe tener una duración, pero el foco debe ponerse sin falta en el
agresor. La casa refugio debe ser vista como algo temporal, pero se debería tener la
menor disrupción en lo que se considera la vida normal de la persona. No podemos, al
protegerla, generar estrategias revictimizantes”.
“Tiene que haber un abordaje del agresor para que no todo recaiga en la víctima, sino
todo lo que hacemos es interrumpir la vida normal de ella. Lo más importante es tratar
paulatinamente y en la medida de lo posible que la víctima conserve su autonomía y
pueda mantener su vida lo más normal posible porque eso va a hacer que esta persona
pueda salir del ciclo de violencia y de alguna manera romper con este ciclo”, cerró
Gennari.