En una misiva titulada “FIGUEROA Y SU PELIGROSO PENSAMIENTO PREVISIONAL”, Guillermo Pereyra expresa lo siguiente:
Otra vez nuestro Congreso nacional se convierte en el foro del ajuste brutal sobre uno de los segmentos más pobres de la sociedad: los jubilados. Esta vez un gobierno de distinto signo político, como antes lo hizo el Presidente Macri, impulsa un artilugio cuyo impacto en sistema previsional argentino es devastador.
Parece no importar el signo político del gobierno nacional, siempre la variable de ajuste de los
presupuestos mal administrados son los jubilados. Nunca hay una reforma de fondo para cambiar el
sistema y solo se vuelven a aplicar medidas sin sustento lógico, económico, social o siquiera de decoro y consideración afectiva.
Es trágico el hecho de sumar más gente sin aportes a un sistema destruido y es grave que un representante neuquino como Rolando Figueroa, elegido por el pueblo de esta provincia pero devenido en vicario del poder central, se haya sumado a esa iniciativa. El huevo de la serpiente anida en lugares asombrosos.
En Buenos Aires un neuquino, que afortunadamente ya no pertenece al MPN, apoyó una ley de corto plazo que agrava más la situación de los jubilados; lo hizo a pesar de saber que Neuquén es la única provincia que se mantuvo estoica a pesar de las presiones y logró conservar la caja jubilatoria de sus empleados públicos.
Neuquén siempre rechazó todas las iniciativas que pretendieron permear el federalismo y expoliar a
sus habitantes de sus recursos. Pero siempre hay un Judas dispuesto a arriar las banderas del federalismo y defender lo propio.
Es insólito que a sabiendas del funcionamiento del sistema del que fue parte, decida borrar con el codo lo que infinidad de veces juró defender. Así es que apoya un desaguisado somero y gravoso, lo que nos permite colegir que su ideario tiene entre sus prioridades dimitir la defensa del ISSN que tanto nos ha costado. A Figueroa no parece preocuparle el futuro de la caja jubilatoria provincial ni de los empleados provinciales que aportan a esa caja. Su silencio vidrioso entre socios de partidos nacionales dispuestos a arrasar con la libertad neuquina avalan la dificultad del entramado partidario que conforma.
Quizás hubiera sido pertinente proponer y apoyar una estructura progresiva para las jubilaciones, que fije porcentajes de aportes para todos los ingresos o eliminar el aporte medio previsional obligatorio (AMPO) que exceptúa de aporte a los mayores ingresos, o ponerle fin a las jubilaciones deSprivilegio.
Ideas claras sobran para quien sabe su camino.
Claro, Figueroa, no tiene proyectos personales en la Cámara, su displicencia laboral está a la vista. Mucho me costó en términos personales oponerme al Macrismo cuando se hizo la reforma previsional, pero entendí, como ahora sostengo, que el cambio del sistema debía ser total y no ajustar a los más pobres para satisfacer el dispendio estatal. Es peligroso el conservadurismo de los vagos con quienes dedicaron su vida a trabajar y aportar a un sistema previsional destruido, pero peor aún es que no se busquen soluciones de fondo y solo se impulsen medidas de un ideario difuso peligroso e incapaz que solo busca conculcar todo aquello por lo que cada neuquino peleó toda su vida: La libertad.
GUILLERMO J. PEREYRA