El calor extremo es una amenaza natural para la salud de las personas y el medio ambiente, especialmente para las infancias, las personas mayores y las personas con enfermedades crónicas. Por ese motivo, frente a la llegada del verano y las altas temperaturas, desde el Ministerio de Salud de la Provincia del Neuquén se recuerda que es importante tomar ciertas precauciones para disfrutar al aire libre.
Durante los meses de verano suelen producirse olas de calor, es decir, un período excesivamente cálido en el cual las temperaturas máximas y mínimas superan, por lo menos durante tres días consecutivos y en forma simultánea, ciertos valores que dependen de cada lugar.
Este fenómeno se debe al cambio climático y es muy probable que esta tendencia se mantenga debido al calentamiento global. Por eso debemos aprender a cuidarnos y prevenir problemas de salud asociados.
Consejos:
Evitar exponerse al sol entre las 10 y las 17 horas. Las y los bebés menores de 1 año deben evitar completamente la exposición al sol. Es importante, además, tener esta precaución durante todo el año.
Priorizar la sombra y los lugares frescos al aire libre y usar gorra, anteojos y ropa clara.
Aplicarse protector solar factor 50 media hora antes de exponerte al sol (para que sea efectivo) y reaplicar cada dos horas. El protector solar se debe utilizar durante todo el año, incluso los días nublados.
Consumir dos litros de agua segura, ingerir frutas y verduras bien lavadas, y evitar las bebidas alcohólicas y la cafeína son recomendaciones para todo el año. En verano, a su vez, se recomienda tomar más agua aunque no se tenga sed.
Es esencial hacer una consulta dermatológica si se observa algún cambio en el color de la piel después de la exposición solar para la detección temprana de lesiones.
En días de mucha temperatura los golpes de calor son más frecuentes por eso, para prevenirlos, hay que cuidar la hidratación y la alimentación, así como reducir la actividad física en los horarios de mayor calor.
Golpe de calor
Las personas mayores y las niñas y los niños son muy vulnerables al calor. Por este motivo, si la persona toma alguna medicación debe consultar a un o una profesional para que ajuste la dosis en los días de calor extremo. En el caso de las niñas o los niños que están lactando es necesario aumentar la frecuencia de la lactancia.
Ante la aparición de síntomas tales como temperatura corporal elevada, aceleración del pulso, piel enrojecida con o sin sudoración, dolor de cabeza, mareos, náuseas, respiración rápida o agitada, presión baja o desmayo, se debe solicitar ayuda médica o llamar al 107.
Además, es aconsejable trasladar a la persona afectada a la sombra, a un lugar fresco y tranquilo, e intentar refrescarla, mojarle la ropa y darle de beber agua fresca para bajar la temperatura.