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El gobierno de Javier Milei anunció el miércoles 5 de febrero la intención de retirar a la Argentina de la Organización Mundial de la Salud (OMS), decisión que ya generó polémica por sus consecuencias en el sistema sanitario.
El anuncio fue adelantado por el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien justificó este miércoles la medida afirmando que el organismo fundado en 1948 vulnera la “soberanía” de los Estados. El Presidente, en tanto, fue más allá y a través de su cuenta de X se despachó con una definición todavía más tajante: lo acusó de haber sido responsable de un “delito de lesa humanidad” durante la pandemia de Covid-19.
Cabe señalar que bajo la órbita de la Organización de Naciones Unidas (ONU), la OMS mayormente emite recomendaciones y no impone obligaciones a los países miembros. Sin embargo, sus programas benefician particularmente a naciones en desarrollo como la Argentina, proporcionando acceso a insumos, vacunas y medicamentos esenciales.
En un informe publicado hace dos semanas, la Fundación Soberanía Sanitaria advertía acerca de que abandonar la OMS podría tener graves consecuencias, similares a las que comenzó a enfrentar los Estados Unidos tras la reciente decisión de Donald Trump de también retirarse del organismo.
“Dejaríamos de tener acceso al fondo rotatorio y estratégico que nos hace ahorrar millones en la compra de tecnologías e insumos sanitarios”, advierte el documento, en el que se aclara que la OMS coordina respuestas ante amenazas sanitarias globales, elabora listados de medicamentos esenciales y asesora en estrategias sanitarias, publicó Diario Ar.
En el texto también se menciona cómo la decisión afectaría a instituciones clave como el INCUCAI, el Malbrán y la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS), que podrían perder su estatus de Centros Colaboradores en vigilancia internacional de agentes infecciosos. Asimismo, desaparecería el Centro Nacional de Enlace del Reglamento Sanitario Internacional, dificultando el acceso a información en tiempo real sobre virus y emergencias sanitarias.
Además, la fundación que preside Leonel Tesler apunta que se verían perjudicados programas de salud pública, desde la atención materno-infantil hasta la prevención de enfermedades transmisibles y no transmisibles, “lo que impactaría en la calidad y sustentabilidad”. Sin el respaldo de la OMS, las provincias reducirían su capacidad operativa y técnica, debilitando la estructura sanitaria en todos sus niveles. También se limitaría la formación de profesionales de la salud, quienes perderían la posibilidad de participar en foros internacionales y actualizarse en las mejores prácticas del sector.
En junio del 2024, el Gobierno ya había dado la orden de no sumarse al nuevo protocolo sobre pandemias que suscribió el organismo presidido por Tedros Adhanom Ghebreyesus. “Argentina no va a adherir al acuerdo de pandemia de la OMS, que se comunicó en Ginebra, donde dejamos en claro que nuestro país no suscribirá a ningún acuerdo pandémico que pueda afectar la soberanía nacional”, dijo Adorni en aquel entonces.
La incógnita de la OPS
“Los argentinos no vamos a permitir que un organismo internacional intervenga en nuestra soberanía, ni en nuestra salud”, afirmó este miércoles el ministro de Salud, Mario Lugones, en su cuenta de X. El funcionario aclaró que el país “no recibe financiamiento de la OMS” y que, aunque algunos proyectos de cooperación técnica pueden contar con apoyo económico, “estos se efectivizan mediante la OPS”. Subrayó además que “salir de la OMS no significa salir de la OPS”, ya que esta última “es preexistente y depende de la OEA”.
Pese al argumento de Lugones, no faltan quienes consideran que la salida de la OMS también afectaría acuerdos como el firmado en enero con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la farmacéutica Sinergium Biotech para la producción local de la vacuna antineumocócica, poniendo en riesgo inversiones y transferencia de tecnología.
Además, en caso de desastres naturales, Argentina ya no contaría con la asistencia de equipos especializados de emergencia. “No podríamos contar con el apoyo de las unidades especializadas de emergencia de la OPS, debiendo organizarnos sin el respaldo de equipos técnicos y sin logística de insumos en salud”, explica la Fundación Soberanía Sanitaria.
Desde el Ministerio de Salud de la Nación explicaron al diario Clarín por qué esta salida no tiene implicancias económicas.
"Los vínculos materiales, en algún punto, por los pedidos que se puedan hacer (para medicaciones de alto costo o vacunas) son a través de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que depende de la Organización de Estados Americano (OEA). Con lo cual, irnos de OMS no es irnos de OPS", detallan desde la cartera sanitaria nacional.
A pedido del presidente @JMilei iniciamos el proceso para que Argentina deje de formar parte de la Organización Mundial de la Salud. Los argentinos no vamos a permitir que un organismo internacional intervenga en nuestra soberanía, ni en nuestra salud.
Argentina no recibe…
— Mario Lugones (@Mariolugones_ar) February 5, 2025
La decisión de Milei fue criticada por la oposición y también por sus aliados del PRO. "Es una decisión lamentable y profundamente equivocada del Gobierno, tomada, a mi juicio, sin mucho análisis ni consideraciones sanitarias, sin mencionar que es un tremendo error político y estratégico", le dice a Clarín Adolfo Rubinstein, ex ministro de Salud de la Nación durante la gestión de Mauricio Macri y director del Centro de Implementación e Innovación en Políticas de Salud (CIIPS).
En medio de su propia crítica y la de otros opositores a la salida de la OMS, Rubinstein aclara que "es grave porque es quedarse afuera de las políticas sanitarias a nivel global y ni que hablar si esto se extiende a salir de la OPS". (Con información de Clarín y Diario Ar).
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